TESTIMONIO DE UN PARTICIPANTE DEL SERVICIO DE APOYOS
Tras estos tres años y medio que llevo realizando apoyos con ALEPH (Nerea), he aprendido a aceptar como soy y lo que tengo. Cuando me enteré de mi condición (Asperger/TEA), me sentí avergonzado de ello. Durante un tiempo esto solo lo sabía mi familia y mi mejor amiga, pero con el tiempo he aprendido que eso no es más que un añadido a mi vida que no me impide ser quien yo quiero ser, y que no me debo avergonzar de lo que soy, sino afrontar la realidad y aprender a superar los obstáculos que esto me conlleve.
Yo desde siempre he sido una persona a la que nunca se le han dado bien las relaciones sociales y demás cuestiones como por ejemplo la empatía, pero gracias al apoyo semanal que he recibido (y que sigo a día de hoy recibiendo), ahora sé que tengo muchas más herramientas al alcance de mi mano para la resolución de problemas en el día a día, y no solo eso sino que ahora por ejemplo también sé saber cómo me siento en diversas situaciones y expresarlo.
Cuando yo empecé con esto de los apoyos, tenía 16 años y realmente solo iba a los apoyos porque era lo que me mandaban mis padres, pero ahora casi a mis 20 años me doy cuenta de lo útil que es esta ayuda en mi vida, y ahora que ya la decisión es más mía que de mis padres, siento que es la decisión correcta, porque miro hacia atrás y veo que gracias a esto puedo decir que llevo una vida estable en la que probablemente sin toda esta ayuda, no podría decir lo mismo.
Y esto realmente es algo bastante grande porque no solo he aprendido a cómo gestionar mis emociones sino a cómo gestionar mi día a día en temas como la organización a la hora de estudiar o la limpieza de mi entorno; pequeñas cosas que hacen que la vida resulte más fácil.
Aparte, no solo los apoyos han sido algo positivo para mí. Desde que supe que con el Asperger se me reconocía un cierto grado de discapacidad, la verdad que he de decir que me ha traído bastantes ventajas. A mí me reconocieron la discapacidad en el año 2021 y gracias a este reconocimiento ahora puedo disfrutar de todo lo bueno que ello me brinda, descuentos por familia numerosa (y eso que tengo un solo hermano), entro a muchos sitios gratis, ventajas en el mundo laboral, etc.
Definitivamente gracias a los apoyos ahora conozco mucho mejor todo este mundo del TEA y los distintos trastornos relacionados, y me siento muy bien con todo lo que soy, y ese adolescente inseguro de hace 4 años ahora puede sentirse orgulloso de lo que es su vida ahora mismo y de todo lo que ha conseguido en este tiempo.
